En todo el mundo, los chinos tienen fama de ser una nación muy trabajadora. Sin embargo, tienen otra característica que puede describirse con seguridad como pasión. Se trata de un increíble amor por el juego.
Pocos chinos niegan el placer de hacer cosquillas a los nervios, apostar en cualquier juego o comprar un par de billetes de lotería. En China, los juegos de azar, como el mahjong, pueden estar disponibles en cualquier evento, aunque no sea festivo.
Historia del juego en China
La devoción por el juego en China tiene una larga y agitada historia, mencionada en muchos documentos antiguos. Los primeros registros del juego en este país se remontan al reinado de la primera dinastía, que tiene al menos 4000 años de antigüedad.
China no sólo dio al mundo la pólvora, el papel y otros inventos prácticos, sino también la lotería, el mahjong y el Pai Gow.
Desde el siglo VII a.C. en China, numerosas organizaciones descubrieron lugares para jugar por dinero y actuaron durante siglos. A medida que surgían personas más ricas, aparecían más casas de juego. Este negocio se consideró respetable entre los siglos XIV y XVII y generaba importantes ingresos. A menudo, en él participaban representantes del mundo criminal que cooperaban con funcionarios corruptos.
En la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX, Shanghai era el centro del juego en China. Atraía a jugadores de todo el vasto país. Ya entonces surgió un gran casino, donde era posible apostar en numerosos juegos locales e internacionales. Tales lugares eran la Concesión Francesa de Shanghai y el Asentamiento Internacional de Shanghai.
Auge de Macao
En 1847, el gobierno portugués legalizó el juego en Macao. Más tarde, debido a la guerra civil en China, el régimen comunista salió victorioso, lo que provocó el cierre de todos los casinos del país. Sin embargo, en Macao, que seguía bajo dominio portugués, los casinos continuaron funcionando.
En 1999, cuando Macao pasó a formar parte de la República Popular China, no se introdujo ningún cambio en la legislación relativa al juego. Desde 2002, los extranjeros pueden abrir casinos. En la actualidad, hay más de treinta casinos en Macao, que ofrecen docenas de juegos, y es el único lugar de China donde los casinos son legales. En 2010, Macao fue visitado por unos veinticinco millones de personas, y más de la mitad de ellas jugaron en los casinos.
En casi toda China hay lotería legal en Macao, y en Hong Kong se puede apostar en las carreras de caballos. Muchos chinos viajan en barcos para jugar en los casinos que operan a bordo.
Cultura y sociedad chinas
Pero para entender el porqué de la afición de los chinos por el juego, no basta con recurrir a la historia. Estudiar esta cuestión requiere un examen de la cultura china. No estamos hablando del estímulo de las autoridades. Las más destacadas no aprobaban el juego por dinero, por considerarlo una pérdida de tiempo y una amenaza para la población. Por ello, los gobernantes, muy difíciles de manejar en un vasto imperio, siempre trataron de controlar el juego e incluso lo prohibieron.
El confucianismo, el taoísmo y el budismo influyeron en las opiniones filosóficas chinas. En ellas, se presta mucha atención al impacto de los poderes superiores.
Los jugadores chinos, en mayor medida que los del mundo occidental, creen en el destino y la suerte. Son esenciales para diversos amuletos, como la ubicación de los objetos (piense en el feng shui), las fechas y los números (la famosa práctica de la numerología). Todo esto puede crear la ilusión de control sobre la situación, lo que a menudo conduce a la adicción al juego.
La adicción al juego no suele considerarse una enfermedad mental en la sociedad china. A estas personas se las considera defectuosas desde una perspectiva moral, y unos pocos se compadecerán de ellas, como suele ocurrir en los países occidentales. Confucio decía que "un hombre decente no juega por dinero".
También hay que tener en cuenta factores sociales que han influido mucho en la psicología del pueblo chino. En los últimos años, millones de personas de este país han superado el difícil camino de la pobreza a una posición estable e incluso a la prosperidad. Como es sabido, los pobres de ayer, que consiguieron enriquecerse rápidamente, a menudo querían mostrar al mundo que podían gastar dinero a manos llenas. Por eso muchos chinos sostienen que el juego es puramente por placer.
No hay que olvidar que la ausencia de casinos en algunas zonas no significa que los habitantes de esta región no jueguen por dinero. Por ejemplo, el mahjong es un juego con índices de acierto en todo el país desde hace muchos siglos. Este juego se considera una excelente gimnasia mental, funcional para personas mayores, y muy divertido para todo tipo de fiestas. Se juega en bodas e incluso en funerales.
Campaña contra el juego en China
Mientras en Macao aumenta el juego, el gobierno chino no apoya la idea de permitir casinos en otros lugares del país. Además, cierra activamente los casinos en línea existentes. En 2010, se detuvieron las actividades de muchos casinos y las autoridades embargaron a operadores de juego por Internet por casi cien millones de dólares.
Sin embargo, el gobierno no se detuvo y cerró sitios que proporcionaban información sobre casinos en línea y ofrecían enlaces a ellos. Esta política no deja opciones de entretenimiento a los aficionados chinos, y el sector está casi destruido en el país. Ni siquiera los operadores extranjeros corren el riesgo de ofrecer sus servicios a los ciudadanos chinos.
Sin embargo, el juego existe en China desde hace siglos, y casi nada ni nadie puede hacer que los chinos abandonen esta afición.