Bill Kaplan se licenció en matemáticas aplicadas por la Universidad de Harvard en 1977. Aunque en un principio no era un ávido jugador, su interés por el blackjack se despertó tras leer un libro sobre el conteo de cartas durante sus años universitarios. Intrigado por la ventaja matemática que proporcionaba, empezó a investigar estrategias óptimas para ganar al juego.
En lugar de seguir estudiando inmediatamente, Kaplan se tomó un año sabático y se trasladó a Las Vegas, utilizando el dinero de su graduación para financiar su primer equipo de blackjack. En nueve meses, su equipo había generado beneficios sustanciales, demostrando que su enfoque sistemático del conteo de cartas era muy eficaz.
Después de tres años de éxito con su equipo inicial, Kaplan se separó y más tarde se encontró con J.P. Massar, miembro del equipo original de Blackjack del MIT, que estaba pasando apuros económicos. Kaplan aceptó evaluar su estrategia y rápidamente detectó fallos en su planteamiento.
Tomando las riendas, Kaplan reestructuró el equipo con un modelo empresarial: reclutando jugadores expertos, imponiendo una gestión estricta de los fondos y estandarizando las técnicas de recuento de cartas.
Durante más de una década, el equipo de blackjack del MIT dominó los casinos de todo el mundo y ganó millones. En 1992, Kaplan cofundó un nuevo equipo con John Chang, invirtiendo un millón de dólares. A pesar del éxito inicial, las crecientes contramedidas de los casinos y los problemas internos llevaron al equipo a su disolución.
Tras retirarse del blackjack profesional, Kaplan se centró en el espíritu empresarial. Se convirtió en Consejero Delegado de FreshAddress, una exitosa empresa de soluciones de correo electrónico. Aunque ya no es un contador de cartas activo, de vez en cuando disfruta de los juegos de casino y mantiene su ventaja ganadora.
Aunque no se han revelado las cifras exactas, se dice que los equipos de Kaplan ganaron millones durante sus mejores años. Su disciplinada gestión de los fondos y su enfoque basado en los equipos maximizaban los beneficios al tiempo que minimizaban los riesgos.
Kaplan no fue miembro fundador del equipo de Blackjack del MIT, pero se convirtió en su líder más exitoso.
Aplicó los principios de la Harvard Business School para gestionar el equipo como si fuera una empresa.
A diferencia de otros contadores de cartas famosos, Kaplan evitó los focos a pesar de su éxito.
El legado de Kaplan radica en demostrar que el blackjack podía vencerse sistemáticamente con trabajo en equipo, disciplina y planificación estratégica. Sus métodos influyeron en el juego de ventaja moderno e inspiraron libros como Bringing Down the House y la película *21*.
Kaplan se interesó por el blackjack tras leer en la universidad sobre el conteo de cartas. Más tarde se trasladó a Las Vegas para poner a prueba sus estrategias, lo que le condujo a su exitosa carrera.
Reestructuró el equipo, implantó estrictos protocolos comerciales y formó a los jugadores en técnicas avanzadas de conteo de cartas, convirtiéndolo en una empresa rentable.
Las cifras exactas son privadas, pero las estimaciones sugieren beneficios millonarios durante una década.
El aumento de la vigilancia de los casinos, los problemas de moral del equipo y las presiones legales dificultaron el éxito sostenido.
Dirige FreshAddress, una exitosa empresa de soluciones de correo electrónico, y de vez en cuando juega al blackjack de forma recreativa.