El multimillonario sirio Faud Al Zayyat era un invitado bienvenido en muchos casinos londinenses, donde jugaba habitualmente con apuestas máximas y a menudo dejaba cantidades ingentes. Los crupieres, a los que les gusta poner apodos a sus clientes habituales, le llamaban Fat Man por su físico, aunque podría parecer que, por sus increíbles riffs, se ganaría otro apodo.
Jugando en el Casino de Aspinall
El casino favorito de Fayd Al Zayyat era el famoso casino 1Go. Entre las paredes de este casino, tuvo su fracaso más impresionante.
Dicen que ocurrió durante la primera visita al Casino de Aspinall. Faud Al Zayyat compró fichas por medio millón en el cajero y se dirigió a la mesa de la ruleta con apuestas para High Rollers. En quince minutos, el dinero había desaparecido. Fue de nuevo al cajero y cambió la misma cantidad que la primera vez. Las fichas nuevas tampoco duraron mucho.
No sabemos con exactitud cuántas veces Faud Al Zayyat sacó su monedero, pero aquella noche, el Casino de Aspinall se enriqueció con 2,25 millones de libras.
A pesar de esta tremenda pérdida, volvió a la ruleta del casino una y otra vez, dejando sustanciosas cantidades.
No hay información precisa sobre las pérdidas totales de Fayda, pero se sabe que la cantidad ascendía a decenas de millones de libras. Según informes no confirmados, esta gran apostadora perdió millones de libras en unos cincuenta casinos. Veintitrés millones los perdió en el Aspinall's y diez en el Ritz.
Demandas judiciales
Todo acabó como era de esperar. Muy pronto, Faud Al Zayyat Aspinall debía a los casinos varios millones de libras. La administración del casino presentó el caso ante los tribunales, que congelaron los bienes del multimillonario. Incluso le embargaron su Boeing personal y su Rolls-Royce.
Los abogados de Fayda recurrieron, alegando la política desleal del casino, que, según ellos, atrae a los jugadores a la dependencia ofreciéndoles condiciones especiales. Sorprendentemente, el Tribunal falló a favor de Fayda y no tuvo que pagar la deuda.
Curiosamente, Faud Al Zayyat siguió jugando en el casino de Aspinall incluso durante el juicio en este casino. Este es un ejemplo sorprendente de la mano y la codicia del casino.
Actualmente, su nombre se puede encontrar en todas las clasificaciones de grandes apostadores recopiladas por varios canales de medios populares, publicaciones en línea y otras fuentes.