Cuando los expertos en juegos de azar recuerdan a Bill Bennett (nombre completo: William J. Bennett), suelen decir que "cambió la cara del juego". Tras la muerte del Sr. Bennett, propietario del Casino Sahara de Las Vegas, estas opiniones se utilizan en muchas publicaciones dedicadas a su muerte.
No se trata sólo de palabras vacías, porque fue, de hecho, un innovador de renombre que inició muchos cambios fundamentales en la organización del casino. Pero no nos adelantemos a nuestra historia; veamos primero cómo empezó William Bennett su carrera.
Biografía de Bill Bennett
Es difícil imaginar que Billy the Kid, nacido en 1859 en el seno de una familia de granjeros de Nuevo México, se convertiría en el jefe de una operación de juego y en una de las personas más influyentes de Las Vegas. Bill llevaba un estilo de vida normal y sirvió en la Marina durante la Segunda Guerra Mundial. Tras regresar a casa, William abrió una cadena de tiendas de muebles en Phoenix. Las vendió en 1962 por cuarenta millones.
Luego puso su dinero en la sociedad financiera de su amigo, un empresario de éxito. Según las memorias de Bennett, podía ganar de todo, pero no tuvieron suerte en esta empresa. La empresa quebró y Bill se quedó sin blanca.
Para empezar una nueva vida, Bennett se fue a Nevada, donde jugó por primera vez en un casino. Sucedió gracias al presidente de la corporación, Del Webb. La empresa tenía el casino Sahara Tahoe, donde Bennett empezó a trabajar como recepcionista y recibía a los clientes.
No permaneció mucho tiempo en este puesto y, seis meses después, era el gerente nocturno del hotel. Al cabo de un tiempo, Bill fue enviado a dirigir The Mint, un hotel y casino de Las Vegas. El casino había sufrido pérdidas millonarias, pero Bennett consiguió hacerlo rentable ese mismo año y, en un año, se convirtió en un establecimiento de gran éxito.
Tras estos éxitos, la empresa ofreció a Bill la oportunidad de gestionar también el Sahara Tahoe, y Bennett se convirtió en director general de dos casinos situados en ciudades diferentes. Según recordó más tarde, su salario siguió siendo el mismo.
En 1971, Bill Bennett dimitió de la Del Webb Corporation y, junto con Bill Pennington, fundó una empresa que suministraba equipos electrónicos para casinos.
Tres años después, los socios compraron el hotel y casino Circus Circus de Las Vegas. Inmediatamente decidieron que el casino se centraría en los visitantes de clase media y aumentaron considerablemente los sueldos de los gerentes. También se dieron cuenta de que la mayoría de los demás casinos subestimaban el papel de las máquinas tragaperras y no organizaban bien el trabajo de las salas. En el Casino Circus Circus se introdujeron numerosas máquinas tragaperras, lo que aumentó los ingresos del casino.
El negocio despegó y pronto Bennett y su socio abrieron otro casino con el mismo nombre en Reno. A principios de los noventa, los lujosos Luxor y Excalibur abrieron sus puertas a los clientes. Los costes de construcción de cada uno de ellos ascendieron a varios cientos de millones de dólares.
Más tarde, Bennett tuvo problemas con los accionistas de su empresa, vendió su participación en Circus Circus por 230 millones de dólares y en 1995 compró el casino Sahara por 193 millones. Un año más tarde, sufrió un ataque al corazón, pero Bill no renunció a lo que más le gustaba e insufló nueva vida al casino Sahara, aumentándolo considerablemente y ampliando la gama de servicios.
La muerte de Bill Bennett
Pero nadie es eterno. En diciembre de 2002, William Bennett falleció a la edad de setenta y ocho años, dejando a sus hijos y nietos un legado duradero y un negocio próspero. En aquel momento, Forbes estimó su fortuna en seis millones de dólares.
El Casino Hotel Sahara sigue funcionando, atrayendo a numerosos jugadores y turistas a Las Vegas.