Los protagonistas de este artículo difícilmente pueden considerarse tramposos, aunque consiguieron ganar a la ruleta con un método prohibido. Sin embargo, su motivación no era enriquecerse, sino hacer un descubrimiento y ganar dinero para la fundación de la comunidad científica. A pesar del éxito aparente, el hecho de que su grupo durara poco tiempo no hace sino confirmar esta opinión. Pero empecemos por el principio.
¿Quiénes eran los Eudaemon?
A finales de los años 70 del siglo XX, Doina Farmer y Norman Packard, estudiantes de física de la Universidad de California, se propusieron crear un grupo. Unos cuantos entusiastas se unieron a ellos, y fueron los Eudaemon.
Este inusual nombre lo tomaron prestado del eudemonismo, dirección ética. Sus adeptos sólo creen en el criterio moral del deseo humano de felicidad. Es la base de su comportamiento.
Es difícil decir si Farmer y Packard eran partidarios del eudemonismo. Pero, al parecer, pensaban que la victoria les haría felices.
Durante las vacaciones de verano, los graduados compraron una ruleta y comenzaron su investigación. Utilizaron la cámara y un osciloscopio para trazar el movimiento de la bola y elaborar la fórmula. Evitaremos utilizar términos científicos que puedan aburrir a los lectores. Baste decir que lo consiguieron.
- Construyeron un pequeño ordenador para hacer todos los cálculos necesarios en el juego.
- Era lo suficientemente pequeño como para ocultarlo en el maletero.
- Un mecanismo de solenoide señalaba por vibración cuándo se apostaba uno de los ocho sectores de la rueda; estaba oculto bajo la camisa.
Era hora de ir a un casino.
El experimento de los eudaemonios
Se tardó más de dos años en perfeccionar el dispositivo. En 1978, los amigos fueron a Las Vegas a probarlo. Uno de los participantes introducía los datos, mientras que el otro recibía las señales y hacía las apuestas.
El sistema funcionaba bien, pero de vez en cuando encontraba dificultades. Por ejemplo, en uno de los episodios de la corriente de solenoide, Farmer empezó a golpearse e incluso a quemarse la piel. Además, los individuos no eran defraudadores profesionales; ninguno quería arriesgar su carrera científica. Así que, tras el primer viaje a Las Vegas, los Eudaemon se disolvieron.
Sus ingresos totales fueron de 10.000 dólares. Uno sólo puede imaginarse cómo fue posible semejante artilugio. Sin embargo, los estudiantes de posgrado estaban satisfechos con el experimento porque habían podido demostrar que se puede ganar a la ruleta calculando la trayectoria de la bola.
Más tarde, los Eudaemons contaron al canal Historia a través de una serie de engranajes en Breaking Vegas. También aparecieron en la famosa serie de televisión CSI y en varios libros sobre el casino. En la actualidad, Doina Farmer es experto en teoría de la probabilidad y profesor en el Instituto Santa Fe.
Los seguidores de los Eudaemon
Recientemente, matemáticos de la Universidad de Cornell publicaron un trabajo de investigación en el que demostraban que podían establecer una relación entre la velocidad de la bola de la ruleta y el punto de la rueda al que se enfrentaría la bola cuando se desviara por primera vez. Crearon un software que analiza la bola y predice los resultados.
Según los autores de este sistema, permite obtener una ventaja del dieciocho por ciento. No estoy seguro de si es compatible con todos los modelos y bolas de ruleta, o sólo con modelos específicos.
Lo emocionante es que Doina Farmer, que está familiarizado con los avances en matemáticas, dijo que los Eudaemons utilizaron un enfoque similar. Por lo tanto, la seguridad de los casinos reales debería estar preparada para una nueva amenaza.