Montecarlo es el barrio más famoso de Mónaco. En su corazón se encuentra el casino del mismo nombre, considerado durante décadas la casa de juego más lujosa del mundo. Este casino hace tiempo que dejó de ser considerado como algo habitual, para convertirse en un monumento arquitectónico y un hito cargado de historia.
Historia del Casino de Montecarlo
El primer establecimiento de juego de Mónaco se construyó en 1856. Sin embargo, a finales de 1957 ya estaba cerrado. La razón era sencilla: resultaba muy incómodo llegar. Más tarde se construyó la carretera y en 1863 se abrió el Casino des Spélugues, que sólo tenía una sala. Pero en pocos meses, un visitante ganó cincuenta mil francos que el casino no pudo pagar, por lo que el casino pasó a sus manos.
Se desconoce cuál habría sido su destino si el empresario François Blanc se hubiera quedado con el casino durante cincuenta años. Llegó a Mónaco con su mujer, Marie, y el grupo de crupieres. Blanc contrató a los mejores arquitectos y artistas de la época, entre ellos el famoso Charles Garnier, creador del edificio de la Ópera de París. Trabajando en la arquitectura del edificio, mezcló varios estilos y consiguió resultados notables.
- La primera sala de juegos se terminó en 1878.
- La fachada principal, obra del arquitecto francés Jules Ace, se terminó en 1890. El casino disponía entonces de electricidad.
- En 1882, 1890, 1897 y 1988 aparecieron nuevos edificios para el casino. En 1931, el casino Monte Carlo contó por primera vez con máquinas tragaperras.
Entre los visitantes del casino se encontraban personalidades famosas como Alexandre Dumas, el barón Rothschild, Napoleón, Sarah Bernhardt, Chaliapin y Caruso. La historia del casino está llena de leyendas y sucesos increíbles, confirmados por numerosos testigos.
- En Casinoz, escribimos sobre Charles Wells, que consiguió "hacer saltar la banca" en la casa de juego y la glorificó ante el mundo entero.
- Otra historia muy conocida es la de un tipo de Sudáfrica que jugó a la ruleta apostando el salmo que había escuchado previamente en la Iglesia Anglicana, y ganó. Esto provocó una oleada de seguidores de este método de apuestas, por lo que los pastores locales dejaron de cantar salmos con números inferiores a treinta y seis.
- Otra historia es la del capitán ruso que amenazó con disparar al casino con pistolas tras perder el tesoro del barco en la ruleta. Según una versión, recuperó el dinero; la otra dice que escapó.
Por eso, al visitar el casino de Montecarlo, los jugadores no sólo vienen a probar suerte. Les atrae la oportunidad de tocar la historia y tal vez escribir su nombre en sus páginas.
Diseño del Casino de Montecarlo
Monte Carlo es único por sus esplendorosos salones. Los visitantes acceden primero al espacioso vestíbulo con grandes columnas llamado l'Atrium. A continuación, acceden a La Salle Garnier (Sala Garnier), que lleva el nombre del arquitecto-creador. Aquí se encuentra l'Opéra Monte-Carlo (la Ópera de Montecarlo), donde actúan los mejores artistas del mundo. La Sala de la Ópera deslumbra con estatuas doradas, relieves, cuadros, lámparas y otras pomposas decoraciones.
Otros salones del Casino de Montecarlo son el salón rosa y blanco, el salón Europa, el salón Renacimiento, el salón American Games y el salón Palm. Tienen mesas de juego (ruleta, póquer, blackjack, bacará y otros) y están decoradas con un lujo increíble.
Delante del casino hay hermosos céspedes, parterres, terrazas soleadas y un fantástico parque que llega hasta las montañas que lo rodean.
Jugar en el Casino de Montecarlo
Para entrar en el casino de Montecarlo hay que pagar diez euros. Está prohibido fotografiar y grabar en vídeo en las paredes del casino. Hay un estricto código de vestimenta en algunas salas, por lo que sólo se puede entrar con ropa de noche. Si es joven, prepárese para presentar un documento que certifique su mayoría de edad.
Montecarlo, como otras casas de juego de Mónaco, pertenece a la "Sociedad de baños de mar". Su facturación anual es de varios cientos de millones de euros.
Intentar transmitir con palabras el ambiente que reina en este casino con casi 150 años de historia carece de sentido. Sólo se puede sentir directamente en este casino, que acoge anualmente a decenas de miles de jugadores.
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Juegos de casino
El Casino Monte Carlo ofrece una amplia gama de juegos de casino, tanto tradicionales como modernos, para una clientela sofisticada.
- Encontrará la clásica ruleta europea y la ruleta francesa, a menudo preferidas por su único cero, junto con la ruleta americana. Los límites de las mesas de estos juegos pueden variar significativamente, desde unos 5 euros hasta miles en las mesas de apuestas altas.
- El blackjack está muy extendido, con apuestas mínimas de unos 10 euros, que pueden ser mucho más altas en mesas privadas.
- El bacará, incluido el Punto Banco, es una opción popular, con límites similares a los del blackjack y la ruleta.
- Los aficionados al póquer pueden encontrar varias modalidades, como Texas Hold'em y Omaha.
- El casino también alberga una amplia selección de máquinas tragaperras, desde las clásicas de carrete hasta las modernas de vídeo, con denominaciones desde tan sólo 0,01 euros hasta máquinas de límite alto.
La emblemática Salle des Amériques y la Salle Europe son zonas populares para los juegos de mesa, mientras que la Salle Blanche y la Salle Grimaldi están dedicadas a las máquinas tragaperras y los juegos electrónicos.
Otras opciones de ocio
Además de sus famosas salas de juego, el Casino de Montecarlo ofrece una amplia gama de atracciones y servicios. La magnífica arquitectura en sí es un atractivo significativo, que permite a los visitantes apreciar su grandeza e historia.
El complejo alberga varios establecimientos gastronómicos exquisitos, que van desde experiencias de alta cocina a opciones más informales, ofreciendo diversas delicias culinarias. Por ejemplo, Le Train Bleu ofrece cocina italiana gourmet en un entorno opulento.
La Opéra de Monte-Carlo, un impresionante teatro de ópera, es parte integrante del edificio del casino y acoge espectáculos de ópera, ballet y música clásica de talla mundial. Además, el complejo alberga Les Ballets de Monte-Carlo, una renombrada compañía de ballet.
La Plaza del Casino que la rodea es también una zona vibrante, con boutiques de lujo y el emblemático Hôtel de Paris Monte-Carlo, que ofrece más oportunidades de entretenimiento, compras y relajación.