Poco se sabe de la infancia de Mabel Shaw, pero su pasión por las carreras de caballos surgió más tarde en su vida, lo que la llevó a convertirse en una de las jugadoras más entregadas de la historia de Hollywood Park.
El nombre de Mabel Shaw se convirtió en sinónimo de Hollywood Park tras su inauguración en 1938. Desde el 10 de junio de 1938 hasta su muerte en 1962, no se perdió ni un solo día de carreras, salvo por enfermedad. Incluso cuando la tribuna se quemó en 1949 y las carreras se trasladaron a Santa Anita, ella se trasladó cerca para seguir apostando.
Para el 19 de junio de 1953, había apostado por 16.032 caballos, con 5.344 victorias en 668 días de carreras. A su muerte, había apostado en 9.769 carreras, a menudo enviando sus apuestas con un amigo si estaba demasiado enferma para asistir.
Shaw era también copropietaria del Inglewood Daily News, compaginando sus intereses comerciales con su pasión por el juego.
Shaw era conocida por su disciplinada estrategia de apuestas: evitaba las corazonadas y se basaba en resultados anteriores. En una ocasión memorable, no pudo decidirse entre dos caballos y apostó por ambos, lo que provocó un empate.
Entre sus jinetes favoritos estaban Willie Steed, Joe Phillippi, Johnny Longden y Willie Shoemaker, mientras que sus mejores caballos eran Seabiscuit, Sickle Bill y Malicious. Incluso llevaba una de las placas de Seabiscuit al hipódromo, donde los apostantes frotaban sus boletos en ella para que les diera suerte.
Aunque se desconocen las cifras exactas de las ganancias o pérdidas de Shaw, sus constantes apuestas durante décadas sugieren que era una jugadora de gran volumen. Su presencia en Hollywood Park también contribuyó a la cultura del hipódromo, convirtiéndola en una figura muy querida entre los aficionados a las carreras.
Shaw era accionista original de Hollywood Park.
Celebraba todos sus cumpleaños en el hipódromo, excepto durante los cierres por la II Guerra Mundial.
Una vez dijo: "Subir 500 escalones diarios para hacer apuestas me mantiene joven".
Incluso cuando estaba hospitalizada, se aseguraba de hacer sus apuestas.
Mabel Shaw sigue siendo un símbolo de dedicación en la historia de las apuestas. Sus récords de asistencia y de apuestas le valieron el reconocimiento nacional, y su historia sigue inspirando a los aficionados a las carreras de caballos.
A su muerte, en 1962, había apostado en 9.769 carreras y en 1953, en 16.032 caballos.
Por lo demás, asistió a todas las carreras desde 1938 hasta 1962.
Evitó las corazonadas y se basó en las estadísticas de resultados anteriores.
En 1949, se trasladó temporalmente a Santa Anita para seguir apostando.
Entre los favoritos se encontraban Seabiscuit, Sickle Bill, Malicious y los jockeys Willie Shoemaker y Johnny Longden.