David Walsh nació en Hobart, Tasmania, en el seno de una familia católica de clase trabajadora. Es el menor de tres hermanos. Estudió en el Dominic College y posteriormente, en 1979, Matemáticas e Informática en la Universidad de Tasmania, que abandonó.
Niño enfermizo y asmático, Walsh encontró consuelo en los libros, entre ellos los de astronomía y ciencia ficción de Isaac Asimov, que alimentaron su curiosidad intelectual. Empezó a jugar a las cartas y al blackjack, donde su aptitud matemática le daba ventaja.
Inicios en el juego
La carrera profesional de Walsh en el juego despegó tras conocer a Zeljko Ranogajec en la Universidad de Tasmania. Juntos formaron un sindicato de apuestas que utilizaba modelos estadísticos para explotar las ineficiencias de las carreras de caballos y los juegos de casino.
Arte y negocios
Matrimonios: Casado dos veces: primero con un cónyuge anónimo y después con la artista Kirsha Kaechele en 2014.
Hijos: Tres hijos de diferentes relaciones, entre ellos uno con Kaechele.
Filosofía: Walsh, que se define como "ateo rabioso", combina el escepticismo con la fascinación por la mortalidad, como demuestra su polémica apuesta sobre la esperanza de vida del artista Christian Boltanski.
Patrimonio neto estimado (2025): 200 millones de dólares, procedentes principalmente del juego, MONA e inversiones.
Principales ganancias:
Disputa fiscal: En 2012, la Agencia Tributaria australiana le reclamó 37 millones de dólares en impuestos impagados por sus ganancias en las apuestas, que más tarde se resolvieron.
Apuesta a la muerte: En 2009, Walsh hizo una macabra apuesta con el artista Christian Boltanski: pagarle mensualmente hasta su muerte. Si Boltanski moría en un plazo de ocho años, Walsh "ganaría" pagando menos del valor de la obra de arte.
Arte no convencional del MONA: Se exhiben objetos como una máquina que convierte la comida en heces (Cloaca Professional) y una pared de esculturas de vulvas.
Distinción del Día de Australia: Oficial de la Orden de Australia en 2016 por su contribución al arte y la cultura.
Walsh revolucionó el juego con modelos matemáticos y remodeló el panorama artístico australiano con MONA. Su legado combina la asunción de riesgos de alto riesgo con el mecenazgo cultural de vanguardia.
A través del juego de ventaja -utilizando modelos matemáticos en las carreras de caballos y el blackjack- y más tarde a través de MONA y las inversiones.
Ya no juega activamente, pero construyó su fortuna gracias a sus primeros éxitos en las apuestas.
Ganó entre 16 y 17 millones de dólares durante el Carnaval de la Copa de Melbourne de 2009.
Sus exposiciones desafían las normas, con temas de sexo, muerte y funciones corporales.
Aproximadamente 200 millones de dólares a partir de 2025.